El Triángulo de Las Bermudas es una zona limitada al norte por Las Bermudas, al oeste por Florida y el este por un punto del océano próximo a los 40º de longitud oeste.
En esta zona misteriosa con forma de triángulo han sucedido hechos de diferentes características, pero sin duda los más importantes y sobresalientes son las desapariciones de barcos y aviones con todos sus tripulantes y pasajeros, por lo general en buenas condiciones atmosféricas para la navegación y el vuelo. Lo increíble radica en que jamás se encontraron restos ni supervivientes.
Desde otros buques o aviones se les vio ingresar en una niebla o nube a veces luminosa para no volver a salir jamás.
Esto ha sucedido con aviones comerciales y de las Fuerzas Aéreas y de la Marina, tripulados por pilotos expertos, sin ningún mensaje de SOS o MAYDAY.
Han desaparecido inclusive cuadrillas enteras de bombarderos navales. Desde la base en Florida se escuchaban las conversaciones entre los pilotos, aunque ellos no podían oír a la base. Sus mensajes se referían a brújulas enloquecidas, giróscopos y localizadores que no funcionaban, y al aspecto raro que presentaba el agua de color blanco. Un avión de socorro se dirigió al lugar y también desapareció.
Si hubiera habido naufragios, se deberían hallar restos, botes salvavidas, balsas, manchas de aceite en el agua, pero nunca ocurrió esto, ha sido imposible hallar nada de ello pese a las intensivas de búsqueda y salvamento.
Y los casos de desapariciones no son pocos, superan los miles.
Un dato interesante: un piloto relata increíbles tormentas magnéticas acompañadas de relámpagos color púrpura que duraban más de cinco segundos y dejaban el aire impregnado de olor a ozono quemado. Más adelante les explicaré por qué es interesante.
Citemos algunos relatos que bordean lo sobrenatural:
Un Cessna 172 es “perseguido” por una nube que altera el funcionamiento de sus instrumentos y pierde la posición. El piloto muere y hay pasajeros sobrevivientes.
Un 727 desaparece del radar durante diez minutos mientras el piloto informa estar volando a través de una niebla clara. Al aterrizar todos los relojes de a bordo, incluyendo el cronómetro del avión, se han retrasado exactamente diez minutos.
Un avión comercial sufre una tremenda sacudida, pierde altitud y aterriza de emergencia. Tripulantes y pasajeros tienen sus relojes parados a la hora aproximada de la sacudida y el fuselaje del aparato muestra huellas de haber sufrido un intenso calor o electricidad.
Varios capitanes de barcos anotan en sus diarios de a bordo nombres de navíos avistados, pero esos navíos han desaparecido o hundido hace mucho tiempo.
Cientos de personas ven en pleno día un avión estrellarse en aguas poco profundas de una playa muy frecuentada, pero no se encuentra rastro alguno de él.
El personal de un destructor con proyectiles observa una enorme “luna naciente” de agua que se eleva del mar.
Un oficial de un buque mercante advierte que se alteran todos los instrumentos y una “bola de fuego” pasa sobre su cabeza.
Todos los casos presentan patrones similares:
Fallo de instrumentos
Desorientación
Pérdida del contacto por radio
Nieblas blancas o fosforescentes
Alteración del tiempo
Avistamiento de luces o bolas de fuego
Alteraciones mentales
Una característica que merece citarse es la desaparición de los diarios de a bordo por parte de “oficiales”. Los capitanes ordenaban siempre a su tripulación que no se hablara más sobre algún fenómeno ocurrido.
Sucedió esto con avistamiento de ovnis, “lunas” que emergían del mar y que crecían de tamaño, montañas de agua de 1000 metros de altura y 1600 de ancho que se elevaban delante de los barcos o eran avistadas por aviones. Todo era censurado y ocultado para que no trascendiera. Los que vieron la serie “Los expedientes X” seguramente sabrán de que hablo: agentes del gobierno ocultan información relacionada con extraterrestres, ovnis, osnis, abducciones, hombres de negro, etc.
Otro caso interesante es el “secuestro” de un avión F-101, en donde su comandante declaró que fue elevado junto con su avión al interior de un enorme ovni, donde al parecer fue interrogado por humanoides que aparentemente estaban interesados en el aparato que estaba probando. El ovni fue detectado por el radar en la base Edwards en California, y desapareció junto al F-101. Según el relato el secuestro duró diez horas, ya que después fue liberado sano y salvo, aunque aturdido y confuso. Antes de la captura, al F-101 le quedaba combustible para veinte minutos. ¿Cómo es posible, si el relato no fuera verídico, que permaneciera diez horas en el aire?
El misterio del “Triángulo de Las Bermudas” fue investigado (y ahora también) por varios países en conjunto. Existe la posibilidad de que esas fuerzas que actúan en la zona estén activas desde hace cientos o miles de años. Tal vez haya relación entre la desaparición de barcos y aviones con otro misterio que ha obsesionado a la humanidad: la desaparición de un continente, la Atlántida.
En esta zona misteriosa con forma de triángulo han sucedido hechos de diferentes características, pero sin duda los más importantes y sobresalientes son las desapariciones de barcos y aviones con todos sus tripulantes y pasajeros, por lo general en buenas condiciones atmosféricas para la navegación y el vuelo. Lo increíble radica en que jamás se encontraron restos ni supervivientes.
Desde otros buques o aviones se les vio ingresar en una niebla o nube a veces luminosa para no volver a salir jamás.
Esto ha sucedido con aviones comerciales y de las Fuerzas Aéreas y de la Marina, tripulados por pilotos expertos, sin ningún mensaje de SOS o MAYDAY.
Han desaparecido inclusive cuadrillas enteras de bombarderos navales. Desde la base en Florida se escuchaban las conversaciones entre los pilotos, aunque ellos no podían oír a la base. Sus mensajes se referían a brújulas enloquecidas, giróscopos y localizadores que no funcionaban, y al aspecto raro que presentaba el agua de color blanco. Un avión de socorro se dirigió al lugar y también desapareció.
Si hubiera habido naufragios, se deberían hallar restos, botes salvavidas, balsas, manchas de aceite en el agua, pero nunca ocurrió esto, ha sido imposible hallar nada de ello pese a las intensivas de búsqueda y salvamento.
Y los casos de desapariciones no son pocos, superan los miles.
Un dato interesante: un piloto relata increíbles tormentas magnéticas acompañadas de relámpagos color púrpura que duraban más de cinco segundos y dejaban el aire impregnado de olor a ozono quemado. Más adelante les explicaré por qué es interesante.
Citemos algunos relatos que bordean lo sobrenatural:
Un Cessna 172 es “perseguido” por una nube que altera el funcionamiento de sus instrumentos y pierde la posición. El piloto muere y hay pasajeros sobrevivientes.
Un 727 desaparece del radar durante diez minutos mientras el piloto informa estar volando a través de una niebla clara. Al aterrizar todos los relojes de a bordo, incluyendo el cronómetro del avión, se han retrasado exactamente diez minutos.
Un avión comercial sufre una tremenda sacudida, pierde altitud y aterriza de emergencia. Tripulantes y pasajeros tienen sus relojes parados a la hora aproximada de la sacudida y el fuselaje del aparato muestra huellas de haber sufrido un intenso calor o electricidad.
Varios capitanes de barcos anotan en sus diarios de a bordo nombres de navíos avistados, pero esos navíos han desaparecido o hundido hace mucho tiempo.
Cientos de personas ven en pleno día un avión estrellarse en aguas poco profundas de una playa muy frecuentada, pero no se encuentra rastro alguno de él.
El personal de un destructor con proyectiles observa una enorme “luna naciente” de agua que se eleva del mar.
Un oficial de un buque mercante advierte que se alteran todos los instrumentos y una “bola de fuego” pasa sobre su cabeza.
Todos los casos presentan patrones similares:
Fallo de instrumentos
Desorientación
Pérdida del contacto por radio
Nieblas blancas o fosforescentes
Alteración del tiempo
Avistamiento de luces o bolas de fuego
Alteraciones mentales
Una característica que merece citarse es la desaparición de los diarios de a bordo por parte de “oficiales”. Los capitanes ordenaban siempre a su tripulación que no se hablara más sobre algún fenómeno ocurrido.
Sucedió esto con avistamiento de ovnis, “lunas” que emergían del mar y que crecían de tamaño, montañas de agua de 1000 metros de altura y 1600 de ancho que se elevaban delante de los barcos o eran avistadas por aviones. Todo era censurado y ocultado para que no trascendiera. Los que vieron la serie “Los expedientes X” seguramente sabrán de que hablo: agentes del gobierno ocultan información relacionada con extraterrestres, ovnis, osnis, abducciones, hombres de negro, etc.
Otro caso interesante es el “secuestro” de un avión F-101, en donde su comandante declaró que fue elevado junto con su avión al interior de un enorme ovni, donde al parecer fue interrogado por humanoides que aparentemente estaban interesados en el aparato que estaba probando. El ovni fue detectado por el radar en la base Edwards en California, y desapareció junto al F-101. Según el relato el secuestro duró diez horas, ya que después fue liberado sano y salvo, aunque aturdido y confuso. Antes de la captura, al F-101 le quedaba combustible para veinte minutos. ¿Cómo es posible, si el relato no fuera verídico, que permaneciera diez horas en el aire?
El misterio del “Triángulo de Las Bermudas” fue investigado (y ahora también) por varios países en conjunto. Existe la posibilidad de que esas fuerzas que actúan en la zona estén activas desde hace cientos o miles de años. Tal vez haya relación entre la desaparición de barcos y aviones con otro misterio que ha obsesionado a la humanidad: la desaparición de un continente, la Atlántida.
El continente de la Atlántida fue descrito por Platón en sus diálogos Timeo y Critias, y según estos escritos había un enorme imperio sobre el océano Atlántico con riquezas como jamás habían poseído reyes ni potentados. Templos cubiertos de oro y plata, con techos de marfil y miles de viviendas alrededor, con un enorme puerto lleno de navíos y mercaderes de todas partes. Había elefantes en gran número y toda clase de animales.
De repente, como consecuencia de terremotos e inundaciones, se hundió bajo el mar.
De repente, como consecuencia de terremotos e inundaciones, se hundió bajo el mar.
¿Es probable que las poderosas fuerzas que provocaron el hundimiento de la Atlántida permanezcan aún hoy y sean las responsables de los fenómenos misteriosos del Triángulo de las Bermudas?
Para algunos la Atlántida no existió. Pero otros creen que sí, y a partir de 1968 se comenzó a creer más, ya que fueron encontrados ante las costas de Bimini y Andros, aparentes vestigios de plataformas de piedra, carreteras, murallas y edificios. Y lo más sorprendente fue el descubrimiento de una pirámide de aproximadamente 140 metros de altura y con 150 metros de cada lado de la base.¡Es muy similar a la pirámide de Keops en Egipto!¿Existe relación entre ambas pirámides a ambos lados del Atlántico?¿Podrían tener un origen común en el imperio de la Atlántida?
Una premonición asombrosa: Veintiocho años atrás de los descubrimientos en las costas de Bimini en 1968, o sea en 1940, Edgard Cayce dijo que se encontrarían restos de la Atlántida, precisamente entre 1968 y 1969. Edgard Cayce fue un clarividente que sorprendió al mundo con sus profecías. El decía que los atlantes poseían generadores de una energía increíble y que aún hoy podrían seguir activos.
Hay experiencias de personas que se hallaban volando sobre el triángulo y de repente los instrumentos se volvieron locos al ingresar en una especie de niebla. Al salir de la nube se encontraban a 150 millas del lugar, es como si hubieran sido “trasladados” y encima en la dirección contraria que llevaban.
Otros avistaron zanjas en el mar en donde cayeron con sus barcos para luego salir, y otros observaron columnas de agua de color verde de 15 metros de alto y 6 metros de ancho que emergían del mar por un rato para luego desaparecer.
Ovnis y Osnis(objetos submarinos no identificados) son avistados de manera corriente y existe siempre una constante: el olor a ozono quemado.
El ozono es una variedad de oxígeno que se obtiene por la acción de la electricidad o rayos UV sobre este gas. Es frecuentemente detectado no sólo en contactos con ovnis, sino también en sesiones de espiritismo cuando se producen materializaciones ectoplasmáticas. Parece existir una correlación entre la intensidad del olor y la calidad de los fenómenos observados.
Y en el triángulo suceden también fenómenos de locura mental pasajera. Un buzo en una jaula para observar tiburones, sentía un deseo irrefrenable de salir de ella. Sabía que era extremadamente peligroso, y debió luchar contra ese “deseo” de suicidio. Se produjo luego una especie de tormenta con olas de 2 metros y vientos de 160 km/h, que finalmente lo sacaron de la jaula, arrojándolo sobre un tiburón blanco. Afortunadamente pudo volver a la jaula y sobrevivir. En la base de Bimini informaron que el clima siempre estuvo calmo.
Otro caso de locura ocurrió con un tripulante indonesio en un carguero alemán. De repente mató a cuchilladas a todos los oficiales, al capitán y a tres personas más para luego abrir las válvulas y hundir el barco. Escapó en un bote salvavidas junto a otras personas asiáticas y luego fue capturado por los guardacostas de EEUU. Sus palabras fueron: “¿Por qué querría yo matar a esas personas? Nosotros queremos a los alemanes.”
La conclusión es que esos campos de energía o fuerzas electromagnéticas, no sólo alteran los instrumentos sino también al cerebro. La transmisión del impulso nervioso se produce por inversiones del potencial eléctrico que se propaga de una neurona a otra. Esta transmisión se altera por intromisión de fuerzas extrañas, pudiendo ocasionar estados mentales alterados. Esto ha sido comprobado en laboratorios con seres humanos sometidos a campos magnéticos diferentes el terrestre en la Rusia.
Las nubes, al igual que el ozono, siempre están relacionados con los ovnis y otros fenómenos paranormales.
Estas nubes en el cielo o a ras del suelo o del mar, suelen ser luminosas o emitir resplandores. De golpe comienzan a desaparecer, a esfumarse, dejando ver un ovni, un rostro, una mano o figuras humanas enteras. Todo esto es verificable dentro de la casuística ovni y sesiones de médiums. También se materializaron barcos fantasmas (que habían desaparecido años atrás).
La hipótesis de seres extraterrestres o intraterrestres operando en bases submarinas debajo del triángulo es apoyada por algunos. El fenómeno ovni es cierto, al menos yo no tengo dudas. Lo que podemos discutir es su procedencia. Para la mayoría provienen de otros planetas más allá del sistema solar, apoyados en la inmensidad del universo. Para una minoría provienen de otras dimensiones. A esta última me adhiero.
Enormes campos magnéticos producirían las desapariciones, ocasionando la separación de las moléculas que forman la materia y trasladándolas a otra dimensión. En el Experimento Filadelfia se ha comprobado esta hipótesis (si fuese cierto tal experimento).
Tal vez seres de otros mundos o dimensiones también estén haciendo experimentos en la zona del Triángulo de las Bermudas con dichos campos magnéticos, probando puertas dimensionales y estudiando al planeta y a nosotros.
Para algunos la Atlántida no existió. Pero otros creen que sí, y a partir de 1968 se comenzó a creer más, ya que fueron encontrados ante las costas de Bimini y Andros, aparentes vestigios de plataformas de piedra, carreteras, murallas y edificios. Y lo más sorprendente fue el descubrimiento de una pirámide de aproximadamente 140 metros de altura y con 150 metros de cada lado de la base.¡Es muy similar a la pirámide de Keops en Egipto!¿Existe relación entre ambas pirámides a ambos lados del Atlántico?¿Podrían tener un origen común en el imperio de la Atlántida?
Una premonición asombrosa: Veintiocho años atrás de los descubrimientos en las costas de Bimini en 1968, o sea en 1940, Edgard Cayce dijo que se encontrarían restos de la Atlántida, precisamente entre 1968 y 1969. Edgard Cayce fue un clarividente que sorprendió al mundo con sus profecías. El decía que los atlantes poseían generadores de una energía increíble y que aún hoy podrían seguir activos.
Hay experiencias de personas que se hallaban volando sobre el triángulo y de repente los instrumentos se volvieron locos al ingresar en una especie de niebla. Al salir de la nube se encontraban a 150 millas del lugar, es como si hubieran sido “trasladados” y encima en la dirección contraria que llevaban.
Otros avistaron zanjas en el mar en donde cayeron con sus barcos para luego salir, y otros observaron columnas de agua de color verde de 15 metros de alto y 6 metros de ancho que emergían del mar por un rato para luego desaparecer.
Ovnis y Osnis(objetos submarinos no identificados) son avistados de manera corriente y existe siempre una constante: el olor a ozono quemado.
El ozono es una variedad de oxígeno que se obtiene por la acción de la electricidad o rayos UV sobre este gas. Es frecuentemente detectado no sólo en contactos con ovnis, sino también en sesiones de espiritismo cuando se producen materializaciones ectoplasmáticas. Parece existir una correlación entre la intensidad del olor y la calidad de los fenómenos observados.
Y en el triángulo suceden también fenómenos de locura mental pasajera. Un buzo en una jaula para observar tiburones, sentía un deseo irrefrenable de salir de ella. Sabía que era extremadamente peligroso, y debió luchar contra ese “deseo” de suicidio. Se produjo luego una especie de tormenta con olas de 2 metros y vientos de 160 km/h, que finalmente lo sacaron de la jaula, arrojándolo sobre un tiburón blanco. Afortunadamente pudo volver a la jaula y sobrevivir. En la base de Bimini informaron que el clima siempre estuvo calmo.
Otro caso de locura ocurrió con un tripulante indonesio en un carguero alemán. De repente mató a cuchilladas a todos los oficiales, al capitán y a tres personas más para luego abrir las válvulas y hundir el barco. Escapó en un bote salvavidas junto a otras personas asiáticas y luego fue capturado por los guardacostas de EEUU. Sus palabras fueron: “¿Por qué querría yo matar a esas personas? Nosotros queremos a los alemanes.”
La conclusión es que esos campos de energía o fuerzas electromagnéticas, no sólo alteran los instrumentos sino también al cerebro. La transmisión del impulso nervioso se produce por inversiones del potencial eléctrico que se propaga de una neurona a otra. Esta transmisión se altera por intromisión de fuerzas extrañas, pudiendo ocasionar estados mentales alterados. Esto ha sido comprobado en laboratorios con seres humanos sometidos a campos magnéticos diferentes el terrestre en la Rusia.
Las nubes, al igual que el ozono, siempre están relacionados con los ovnis y otros fenómenos paranormales.
Estas nubes en el cielo o a ras del suelo o del mar, suelen ser luminosas o emitir resplandores. De golpe comienzan a desaparecer, a esfumarse, dejando ver un ovni, un rostro, una mano o figuras humanas enteras. Todo esto es verificable dentro de la casuística ovni y sesiones de médiums. También se materializaron barcos fantasmas (que habían desaparecido años atrás).
La hipótesis de seres extraterrestres o intraterrestres operando en bases submarinas debajo del triángulo es apoyada por algunos. El fenómeno ovni es cierto, al menos yo no tengo dudas. Lo que podemos discutir es su procedencia. Para la mayoría provienen de otros planetas más allá del sistema solar, apoyados en la inmensidad del universo. Para una minoría provienen de otras dimensiones. A esta última me adhiero.
Enormes campos magnéticos producirían las desapariciones, ocasionando la separación de las moléculas que forman la materia y trasladándolas a otra dimensión. En el Experimento Filadelfia se ha comprobado esta hipótesis (si fuese cierto tal experimento).
Tal vez seres de otros mundos o dimensiones también estén haciendo experimentos en la zona del Triángulo de las Bermudas con dichos campos magnéticos, probando puertas dimensionales y estudiando al planeta y a nosotros.
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