viernes, 21 de marzo de 2008

Los estigmas

¿Qué son los estigmas?



Son heridas que aparecen en personas religiosas después de haber tenido una visión de Cristo crucificado, en las manos, los pies y en el costado del tórax, puntos coincidentes con
las heridas que mataron a Jesús.

En ocasiones también aparecen heridas en el hombro, donde apoyaba la cruz Jesús camino al Gólgota; en rodillas, provocadas por las reiteradas caídas; en la cabeza, donde fue colocada la corona de espinas; y en la espalda, donde recibió los latigazos previos a la crucifixión.

¿Son reconocidos por la Iglesia?
Hasta ahora se han reconocido 250 casos.
El primer estigmatizado fue San Francisco de Asís, que luego de ver un serafín que representaba a Cristo crucificado, se le aparecen las heridas.







El padre Francesco Forgione, conocido como el padre Pío, tuvo una visión de Cristo en una iglesia y allí le aparecen los estigmas. Las heridas emanaban un aroma agradable y no se podían curar. Además padecía de hipertermia(elevada temperatura), que llegaba a romper recipientes de vidrio al tocarlos. Lo más increíble eran los dones paranormales que le aparecieron: bilocación(ser visto en dos lugares al mismo tiempo), sanación, clarividencia(ver el futuro) y captación del pensamiento. Muere en 1968. Su caso fue tan popular, que hasta el día de hoy se realiza una peregrinación en su nombre en la Iglesia San SuGiovanni Rotondo.





Jeanne Boisseau, todos los viernes santos a las tres de la tarde, desde la cuaresma de 1862,
tuvo estigmas de manera regular.

Catherine Ricci, entre el jueves y el viernes santo, tuvo estigmas durante doce años. Sus heridas eran completas: manos, pies, hombro, costado del tórax, cabeza, rodillas y espalda.

¿Qué diferencia hay entre una herida normal y un estigma?
En primer lugar no se infectan. Segundo, no pueden curarse. Tercero, emanan sangre de manera cíclica coincidiendo con fiestas religiosas asociadas a Cristo. Las heridas recrudecen el viernes santo, momento cumbre de la Pasión. Cuarto, las heridas despiden un aroma agradable, como perfume. Quinto, la sangre vence la ley de gravedad. Teresa Neumann, estando acostada, tenía heridas en los pies y la sangre corría hacia sus dedos en vez de ir hacia los talones; es como si estuviera en la cruz.

¿Son señales de Dios o provienen de otro lado?
Existen varias hipótesis. Para algunos es un don de Dios que voluntariamente pidieron padecer personas muy creyentes, para sentir en carne propia el calvario de Cristo. Para otros es una herramienta que utiliza Dios a través de un santo o santa, para reafirmar la fe de los creyentes.
Por último encontramos personas que creen en el poder de la autosugestión, como el sacerdote Dom Alois Mager. Según él, la mente de los creyentes es la que fabrica las heridas.

¿Qué tienen en común todos los estigmas?
Ocurren siempre después de un éxtasis de una visión de Cristo. Una luz proviene de la imagen observada o de las heridas que posee, e inmediatamente después aparecen los estigmas. Esto de la luz llama muchísimo la atención. La luz se comporta como onda o partícula, como teniendo inteligencia propia, así lo dicen las últimas investigaciones de física cuántica. Fiat lux, dice la Biblia. Estalló el Big Bang, dicen los científicos. La luz crea. Nuestros cuerpos son energía en diferentes gamas vibracionales, desde el sutil espíritu hasta el denso cuerpo físico. Energías de altísima frecuencia guían la multiplicación celular que dan origen a un embrión(leer sobre multiplicación y diferenciación celular durante la embrigénesis). ¿No será que la luz produce las heridas en los estigmatizados? En Hiroshima y Nagasaki la radiación de las bombas atómicas incineró miles de cuerpos y produjo cáncer en otros tantos. La luz ingresa en una cámara de fotos e impregna un negativo. La luz en el fenómeno ovni se comporta haciéndose compacta, puede atravesar una pared o succionar a una persona para secuestrarla(haz tractor). En las sesiones espiritistas aparecen imágenes de personas a partir de campos luminosos. Hay muchísimos ejemplos más, nombro sólo algunos.
La naturaleza de la luz es sorprendente, estoy seguro que en el futuro investigaciones más profundas develarán su magnitud. Ahora, el punto más importante radica en el origen de dicha luz. ¿Proviene de Dios?





Tal vez El sea la luz.